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| Foto: homocronicas.blogspot.com |
A la misma edad, en
paralelo a sus problemas personales, comenzó su extraordinaria carrera
deportiva. Empezó a realizar saltos como
un juego infantil en la piscina familiar, viendo a su hermana y siguió. Al ver
que tenía cualidades para ello, entró en 1969 en el Parks and Recreation Center de Las Mesas para obtener un
entrenamiento planificado.
A la vez que aprendía la
técnica de los saltos, progresaba su otra gran pasión: el baile. Con apenas dos
años comenzó a estudiar danza e incluso la rugosidad de esta práctica le sirvió
para sanar el asma. Su amor por el baile era tal que actuó con un ballet en el Indiana Repertory Theatre y se graduó
en Arte y Danza por la Universidad de California, en Irving. Es así que
empezaría a combinar en sus saltos sus habilidades como acróbata y bailarín.
En 1971 en una competición
en Colorado Spring lo descubre Sammy Lee, antiguo campeón olímpico, que
queda muy asombrado por su forma de saltar e incluso confesaría que era el
mayor talento que había conocido. A partir de entonces, Greg comenzaría a
entrenarse con él y lo haría hasta el final de su carrera deportiva.

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